sábado, diciembre 23, 2006

Ultrasonido 3

Y que vuelve el jevi métal, tú: los años recientes han visto sorprendentes resurgimientos metaleros, además de la confirmación de varias intuiciones de la banda jedbánguer: sale un nuevo disco de Slayer (¡con Lombardo-non-Toledano!), Megadeth dice que siempre no se retira (¡chin!), vuelve Exodus, Joey Belladona regresa a Anthrax, King Diamond saca disco doble en vivo, Bob Halford vuelve a Judas Priest, Iron Maiden se niega a callarse, Celtic Frost sigue fregando, el “nu metal” vuelve al basurero del que nunca debió haber salido, Metallica sigue siendo una nulidad. Sin embargo, destacan dos propuestas (como dicen los lelos) en el maremágnum aniquilador del metal rete retro y redivivo, que ponemos a consideración del bonito público.

A) Mónica y Marisela, Te pareces un chingo a tu madre, 2005. (Metaaaaaaaaaaaaaal)

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Un disco extraño de este dueto de hermanitas de Balbuena (que no deben confundirse con las del célebre almacén, aquél del “¡yea!” en el yínguel), que a pesar de tener cara de alumnas del Óxford son más pesadas que Sepultura y Cannibal Corpse juntos. Ahora que pocos publican minielepés (lo que antes era un epé, y que Nine Inch Nails convirtió en una magistral forma del fraude), sorprende este acoplado de cuatro rolitas violentas pero melódicas, que ahí les van. (Esperamos que pronto saquen un disco en forma que deje ver el talento que sin duda tienen estas carnalitas.)

  1. “Sería puta (Si tuvieras madre)”: corte breve, que parece primero fusil de Black Flag pero que luego deja oír la discreta musicalidad de la lira de Marisela, en un estilacho entre Steve Howe y el Greñas de Luzbel. Un inquietante comienzo.
  2. “Duende”: versión lenta, graindcor, afinada en re bemol (¡!), del éxito de Folk Safari.
  3. “Melodía desencadenada”: en mi opinión, la pieza más débil del disco. Es un cóver medio en broma, como esos que estilaban los grupitos roqueritos mexicanitos en los noventa (¿cómo se llamaban los que tocaban una versión medio ponqueta y medio imbécil de “Moliendo café”?).
  4. “Yo también te dejé ir, moderfóquer”: con finta de págüer bálad al principio, ésta es una pieza jarcor cromática que rechina bastante. Solo de bajo para despistar y gran actuación vocal de Mónica. La canción que de verdad muestra el potencial de las muchachas.
B) Tlayudas Prist, El que se fue a la Villa perdió su asiento, 2006. (Folclore latinoamericano diverso)

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Ni siquiera quienes disfrutaron el álbum en el que Pat Boone cantaba metal se esperaban el debut de esta agrupación multinacional, que ha dado mucho de que hablar en los círculos de camisa negra (pero no mussolinianos). Liderados por ese gran virtuoso del bajo, el tololoche, el guitarrón y la leona llamado Ozzy Contreras, los integrantes del quinteto se lanzan por los clásicos destrozando a izquierda y derecha las convenciones de un género que siempre ha sido injustamente vilipendiado. Imagínense que Dusminguet hace un homenaje a Skinny Puppy y a Superpunk; ahora dupliquen el virtuosismo, la intensidad y la variedad y se darán una idea sonora de lo que pueden hacer estos muchachos. Puntos extra por el uso de percusiones tradicionales como la quijada de caballo, el caparazón de tortuga, los cascabeles de conchero y la botella de óranch crosh.
  1. “Cautivo del pecado”: versión salsera de “Captor of Sin” de Slayer, con todo e introduccioncita de teclado a la manera de Niche (los escuchas atentos reconocerán que la melodía de la introducción es una variación al primer rif de “Raining Blood”).
  2. “Master of mópets”: larga y pacheca versión en son huasteco, homenaje a la época en que a Metallica como que todavía le gustaba el rock. Nótese el discreto falsete en el verso que dice “Chop your breakfast on a mirror”: puro sabor.
  3. “As de bastos, as de bustos”: reguetón en honor de Motörhead.
  4. “Paranoico con fuga de bamba”: Kelly Osbourne canta coros y don Esteban Utrera toca el requinto. La mejor del disco.
  5. “Quebrantando la ley (del monte)”: un corte muy interesante, con elementos de tambora aliados a inteligentes alusiones a Ferrusquilla. Ian Hill, bajista de Judas Priest, toca la tuba.
  6. “Fantasma de la opereta”: el clásico de Iron Maiden en un chachachá muy sabroso con sámpels de Tin Tan.
  7. “Manicomio del ritmo”: la memorable rola de Anthrax en pegajoso merengue. Escuchen el acordeón distorsionado.
  8. “Mete a los lobos y tírame los perros”: inquietante milonga con la participación especial de su autor Ronnie James Dio. El cedé incluye el video, dirigido por Luis Mandoki y filmado en el Espacio Escultórico de Ceú, el zoológico de Zacango y Macchu Picchu; Valentino Lanús se encuera.
  9. “Negro funeral con quena”: cóver muy respetuoso de Mercyful Fate a la manera de Atahualpa Yupanqui.
  10. Medley: Enviado por las chelas / Chiles / Tus tortillas están contadas”: sentido homenaje a Transmétal, acompañado por el Mariachi Vargas. De lo más conmovedor.